Si hay algo que los escritores amamos más que escribir (o posponer la escritura), es clasificarnos. Nos encanta ponernos etiquetas: escritor de mapa, escritor de brújula, escritor caótico que solo escribe cuando los astros se alinean… Y aunque no hay un único camino para crear una historia, sí hay tendencias que nos delatan.
Desde mi experiencia (y con tres novelas a mis espaldas: El infante de la sonrisa triste, El alquimista entre las fuentes y Por el honor de los vacceos), tengo claro en qué categoría entro. Pero antes de confesarme, vamos a desgranar los tipos de escritores según su método de trabajo. A ver si te reconoces en alguno.
1. Escritor Mapa: el arquitecto de las letras
El escritor mapa es el metódico, el planificador, el que no da un solo paso sin su libreta llena de esquemas, líneas temporales y biografías detalladas de cada personaje (incluyendo el horóscopo y el número de pie que calzan). Para este tipo de escritor, improvisar es un riesgo innecesario. Antes de escribir la primera palabra, ya tiene la historia completa en la cabeza (y en 27 páginas de notas).
- Ventaja: se ahorra muchos dolores de cabeza en la fase de escritura.
- Desventaja: si un personaje decide rebelarse, el caos está asegurado.
2. Escritor Brújula: el aventurero sin mapa
Aquí es donde entro yo. Escribo como quien emprende un viaje con una vaga idea del destino, pero sin GPS. Sé más o menos de qué quiero hablar y hacia dónde quiero ir, pero dejo que la historia me sorprenda. En El alquimista entre las fuentes, por ejemplo, empecé con una imagen en la cabeza: un investigador del siglo XVIII que se enfrenta a una serie de asesinatos en La Granja de San Ildefonso (Segovia). A partir de ahí, fui descubriendo la historia mientras la escribía. Sosprendiéndome, incluso, como si fuera un lector más.
Ser un escritor brújula es emocionante, pero también tiene su peligro: puedes acabar en un callejón sin salida y darte cuenta de que el camino que has tomado no lleva a ninguna parte. ¿La clave? No entrar en pánico y confiar en que la historia encontrará su rumbo.
- Ventaja: la creatividad fluye sin restricciones.
- Desventaja: a veces toca reescribir más de lo deseado (o mucho más de lo deseado).
3. Escritor Antena: el esclavo de la inspiración
El escritor antena es aquel que espera a que la musa le visite. Si la inspiración no llega, simplemente no escribe. Suele empezar muchas historias, pero rara vez las termina. Confía en que las ideas le vendrán como un rayo divino y, cuando no ocurre, se frustra.
- Ventaja: cuando la musa aparece, la escritura fluye como un torrente.
- Desventaja: la inspiración es caprichosa y no siempre está de nuestro lado.
¿Y tú, qué tipo de escritor eres?
Si has llegado hasta aquí, seguramente ya te habrás identificado con alguno de estos tipos. O quizás seas una mezcla de varios, dependiendo del día y del nivel de café en sangre. Lo importante es encontrar el método que mejor se adapte a ti y disfrutar del proceso.
Por mi parte, seguiré navegando con mi brújula, escribiendo historias que me sorprenden tanto como espero que sorprendan a mis lectores. Y tú, ¿eres de mapa, de brújula o simplemente de los que esquivan la página en blanco hasta que no les queda más remedio?