Presentación de Cíbolo en Valladolid

PRESENTACIÓN DE LA NOVELA CÍBOLO EN LA LIBRERÍA OLETVM

Hoy he vivido una de esas noches que uno no olvida fácilmente. En la librería Oletvm de Valladolid, tuve el privilegio de presentar mi nueva novela, Cíbolo, acompañado por amigos, lectores y amantes de la novela histórica. No era un escenario cualquiera: allí mismo, hace ya más de una década, presenté mi primer libro, Por el honor de los vacceos. Volver a ese lugar fue, de algún modo, cerrar un círculo y reencontrarme con la respuesta a la pregunta de por qué empecé a escribir novela.

Oletvm es mucho más que una librería: es una auténtica referencia cultural en Valladolid, un espacio vivo donde los libros siguen teniendo voz y donde la literatura se celebra como lo que es: una forma de resistencia.

Tuve la suerte de estar acompañado por Ángel Palomino, arqueólogo, investigador y, sobre todo, un gran humanista. Su mirada profunda sobre la historia y su sentido del humor hicieron de la presentación un diálogo vibrante, lleno de complicidades. Ángel supo tender puentes entre la arqueología y la ficción histórica, recordándonos que ambas disciplinas comparten un mismo deseo: comprender al ser humano a través del tiempo.

La respuesta del público fue maravillosa. La sala se llenó hasta los últimos rincones, y la conversación se convirtió en algo más que una charla sobre literatura: fue un viaje compartido hacia las fronteras de la Nueva España, el escenario donde transcurre Cíbolo. Hablamos de exploradores y soldados, de mestizaje, de sueños y de cicatrices; de esa parte de la historia que nos pertenece a todos, porque sigue latiendo bajo nuestra piel.

Quiero agradecer de corazón a todos los que os acercasteis esa tarde a Oletvm. A los lectores que me acompañan desde mis primeras novelas —El infante de la sonrisa triste, El alquimista entre las fuentes, Por el honor de los vacceos— y a quienes descubrieron con Cíbolo mi forma de entender la literatura histórica: con respeto al pasado, pero con la mirada puesta en el presente.

Gracias también a los profesionales de Oletvm por su cercanía y por hacerme sentir en casa, y, por supuesto, a Ángel Palomino, por sus palabras generosas, por su humor y por su amistad.

La presentación fue atractiva, cercana y muy divertida, una conversación viva que nos recordó por qué seguimos leyendo y escribiendo: porque las historias, cuando se comparten, siguen siendo la mejor manera de entender el mundo.

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