Porque viajar al pasado sin moverte del sofá es más barato que un billete de avión y menos arriesgado que una máquina del tiempo casera.
¿Te has preguntado alguna vez por qué la novela histórica sigue enganchando a tantos lectores? ¿Qué tiene ese género que nos hace devorar páginas ambientadas en épocas pasadas como si no hubiera un mañana? Aquí te dejo cinco razones (más una de propina) para que te lances de cabeza a las páginas amarillentas del pasado.
1. Viajar sin moverte del sofá
Leer una novela histórica es como subirse a una máquina del tiempo, pero sin los mareos ni los efectos secundarios. Te permite pasear por las calles empedradas de la antigua Roma, asistir a un banquete en el Versalles de Luis XIV o sobrevivir a una tormenta en un galeón español. Todo ello sin salir de casa y, lo mejor, sin necesidad de vacunarte contra enfermedades extintas.
2. Aprender historia sin darte cuenta
¿Quién dijo que la historia era aburrida? La novela histórica te enseña más que muchos libros de texto, y lo hace sin que te des cuenta. Aprendes sobre costumbres, política, economía y hasta sobre cómo se cocinaba en la Edad Media. Y todo ello mientras sigues las peripecias de personajes que, aunque ficticios, podrían haber existido perfectamente.
3. Entender el presente a través del pasado
Dicen que quien no conoce su historia está condenado a repetirla. La novela histórica te ofrece una perspectiva única para entender el presente. Al conocer los errores y aciertos del pasado, puedes reflexionar sobre el mundo actual con una visión más crítica y profunda. Además, te da argumentos para esas conversaciones de café en las que todos opinan sobre política e historia sin tener ni idea.
4. Disfrutar de tramas épicas y personajes inolvidables
La novela histórica está llena de aventuras, intrigas, romances y traiciones. Sus tramas suelen ser complejas y sus personajes, profundos y bien construidos. Te encariñas con ellos, sufres con sus desgracias y celebras sus victorias. Y cuando terminas el libro, sientes que has perdido a un amigo. Escapar de la rutina diaria
En un mundo donde todo va a mil por hora, sumergirse en una novela histórica es una forma de desconectar. Te permite escapar de la rutina, del estrés y de las malas noticias. Es un refugio, un oasis de tranquilidad donde puedes perderte durante horas y volver con la mente renovada.
Bonus: Porque sí
A veces no hace falta una razón lógica para leer novela histórica. Simplemente, te gusta y ya está. Te atrae ese olor a pergamino, esa sensación de estar descubriendo secretos olvidados, ese placer de imaginar cómo era la vida en tiempos remotos. Y eso, amigo lector, es más que suficiente.Así que ya sabes, si aún no te has adentrado en el fascinante mundo de la novela histórica, este es el momento. Y si ya eres un veterano en estas lides, sigue disfrutando de cada página como si fuera la primera. Porque, al fin y al cabo, leer novela histórica es una forma de mantener viva la memoria del pasado y de enriquecer nuestro presente.