Novelas para ajustar cuentas con el pasado.

El Mundo de Valladolid. 9 de diciembre de 2011. Cristina San José | Valladolid [Fragmento] Sólo el poder de las Letras permite el reencuentro con nuestros antepasados los vacceos dehace 2.200 años, contemplar la batalla de Lepanto o conocer los últimos días del patricio local Máximo en una lejana Hispania. Sólo las páginas de un libro disponen de licencias para viajar en el tiempo y los escritores no son ajenos a esta capacidad de seducción. Los autores castellanos y leoneses ajustan cuentas con el pasado a través de la novela histórica y en el último mes se han presentado dos: ‘Por el honor de los vacceos’ y ‘En buscar del hogar’. El más grande de la literatura castellana de los últimos tiempos, Miguel Delibes, no dejó escapar la oportunidad que brinda la escritura para trasladarse épocas de Inquisición y Luteranismo con Cipriano Salcedo en ‘El hereje’. Y son otros muchos los que se refugian en la historia para dar contenido a su obra.

 

Vacceos en el Duero

Algunos de ellos expertos en el estudio del pasado, como Roberto Losa (Valladolid, 1974), arqueólogo vallisoletano que ha elegido un pueblo muy vinculado a las raíces de su ciudad para escribir Por el honor de los vacceos (editorial El Árbol de Alicia). La novela narra las aventuras de un guerrero vacceo en la ciudad de Tela, un lugar ubicado por la imaginación del autor en la actual provincia vallisoletana. La acción transcurre en tres días y en un periodo crucial en el que existe la amenaza de un poderoso pueblo mediterráneo emergente, Roma. “Estoy muy habituado a escribir textos de divulgación y la verdad es que no ha sido difícil incluir algunos elementos para dar paso a una novela”, indica Losa. “El objetivo es el mismo, escribir de forma entendible”, señala el autor, que con ese objetivo didáctico ha presentado su libro en Oletvm, en otras librerías como Alicia (calle Mirlo, 6) y acudirá a institutos de Valladolid como el Diego de Praves, Galileo o Leopoldo Cano para mantener coloquios histórico-literarios con el público. “Mi faceta de lector contumaz de novela histórica es lo que me ha llevado a escribir este libro”, confiesa Losa, que recuerda cómo con 13 años cayó en sus manos ‘Sinuhé, el egipcio’, del autor Mika Waltari, y marcó su profesión y su pasión por la novela histórica. “Elegí este periodo para mi libro porque siempre me atrajo la Hispania prerromana, y sobre todo el momento justo antes de que llegaran los romanos, esa cultura celta en el estado más puro”. Incide en que los vacceos son “nuestros antepasados directos”. “Era el pueblo que estaba aquí en Valladolid y provincias limítrofes antes de que llegaran los romanos y empezáramos a hablar latín”. Ha optado por el formato breve, 160 páginas para narrar las peripecias “no sólo de vacceos, sino en definitiva de seres humanos que vivían a las orillas del Duero hace 2.200 años”. “Los romanos dijeron que eran el pueblo más culto de los que les rodeaban. Tenían grandes extensiones de cereal y rebaños y se articulaban en grandes ciudades, más grandes que Numancia”, explica el experto, que destaca los restos del yacimiento de Pintia como claves para conocer esta época. Losa reconoce que Castilla y León es un “saco sin fondo” para la novela histórica, “desdeAtapuerca a los hechos más recientes”. Defiende este género. “Durante muchos años ha sido la hermana menor de la literatura, un subgénero despreciado por la gente del mundo de las letras, pero tiene una calidad que pone a estos libros al nivel de cualquier obra narrativa”.

Artículo completo: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/12/08/valladolid/1323380690.html

 

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